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jueves, 8 de diciembre de 2011

La otra cara de los días R

Hoy a la once, tuve una iluminación fatal. Gaia, conversando con Juanita y Pedrita me percaté de la otra cara del síndrome pre-menstrual y la llegada de Andrés.
Las mujeres  podemos seguir tres trayectorias durante estos días: Convertirnos en posibles criminales si nos hichan demasiado los ovarios, ser mujeres totalmente funcionales, o bien transformarnos en una mezcla de un cariñosito, cabra chica gritona y Bridget Jones.
Si, chiquillos, podemos volvernos dulces, tiernas, soñadoras, llegando a rayar en lo(que yo considero) patético.
A las mujeres nos carga que se nos encasille, eso es verdad. A mi en lo personal, me ofusca que nos describan como sensibles, mamonas y lloronas pero cuando te pega una carga hormonal que podría matar a un elefante, es imposible no convertirse en una especie de Candy.
Mira que ducharte, vestirte y salir de tu casa en estos días solo para ir a comprar chocolate, podría sonar el típico cliché de la ruler, pero hoy, lamentablemente, pude comprobarlo empíricamente. (y la verdad no fue solo un chocolate, sino pasteles, pan y medias lunas)
Las mujeres comúnmente podemos denostar y descuerar a los hombres (ya que se ha comprobado científicamente que piensan con la cabeza de abajo más que con la de arriba) sin embargo, cuando existe desprendimiento de endometrio (sí, güeón, vomiten los asquientos) podemos pasar desde el maricón culiao a hablar de almas gemelas. 
Hoy me vi enfrascada en una conversación casi de quinceañeras, hablando de "amor para toda la vida" . Por favor, que alguien me de con un palo en la cabeza!!! Afortunadamente nuestras neuronas (FEMENINAS) nos hicieron percatar de la estupidez que estábamos comentando. En otras ocasiones, nos hemos visto con chela en mano, bailando en algún bar universitario de mala muerte, coreando la típica canción de despecho "Ojalá no te hubiera conocido nunca..(8)" y de pronto me veo tomando once, con una ración como para abastecer a 10 personas, hablando con mis amiguis, gaia, del amor que transciende más allá del tiempo, de las parejas que se aman a través de los años, de ese amor que nunca olvidas (inserte aquí la etiqueta predual y tapsin periodo).
Otro de los temas que habitualmente no tocamos, es la maternidad. Es que somos apenas unas veinteañeras que creen estar a años luz de ser madre, si es que la pastilla o el condón así lo desea, y paf, una de mis amigas lanza un comentario inesperado: "Cuando me embarace, le escribiré todos los días de gestación a mi bebé, y obligaré a mi pareja a hacer lo mismo"... el resto es historia, concluida la frase, Pedrita tuvo que soportar el bullying propinado por Juanita y yo.
Con lo anterior no quiero decir que estamos en contra del amor y la maternidad, en lo absoluto, aunque suene contradictorio, equis de, lo que intento destacar, es que el hecho de tener pareja o creer en estas utopías de amores maravillosos y el deseo de ser madre, aumentan considerablemente.
Durante estos cuatro hermosos días (aproximadamente) solemos escuchar música del tipo Alejandro Filio, Silvio Rodríguez, e  incluso llegar a recordar aquellas canciones románticas que coreamos de niñas, del tipo Laura Pausini. 
Lo bueno de esta trayectoria, es que los días se vuelven más lindos e incluso te sientes hasta tierna. 

Les dejo abrazos, colores, flores y corazones. 

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