Durante muchos años, sobre todo en la adolescencia, todos implorábamos y pedíamos a gritos nuestra tan anhelada emancipación: Irte de la casa, no pedirle permiso a nadie y por fin vivir a tu pinta.
Antes de conseguirlo, ta haces bastantes expectativas de esta experiencia, las cuales durante tu primer año, o más, se cumplen en su totalidad.
Con el pasar del tiempo, se suman otras variables, que cominezan a derrumbar este sueño teenager de la felicidad máxima, lejos de tus figuras protectoras. En el caso de una amiga, mía muy cercana, ya a sus 24 años, vivir soli, ya no es tan entrenidiwi, como lo era antes, gaia.
En primer lugar, irte a vivir solo en un comienzo y que tus papás paguen el lugar donde vives, es algo que no te preocupa, aun vives en tu burbuja y sencillamente, solo te encargas de no pasarte en las cuentas y tener conciencia del esfuerzo de tus viejos por facilitarte las cosas en la U. Ahora, los gastos, la plata y la estadía en la universidad a estas alturas de la vida, comienza a pesarte. No parar la olla en tu propia casa, es algo te produce una sensación de como decirlo... alma perdedora.
Ser universitario a esta edad..perdón, a la edad de mi amiga, no es fácil. Tener otra carrera en el cuerpo, lo hace aun peor. La cruz social con la cual debes cargar, no es para nada agradable. Cada 5 minutos alguien te recuerda que aun le estás pechando a tus papás y te reprochan porque aun no terminas tu carrera. El vivir solo ya no es visto como algo bueno, sino para algunos parientes metiches, como un capricho.
Tus amigos comienzan a emigrar de la ciudad, encuentran trabajo, se van y de a poco tu vida se vuelve más fome, ya que te quedaste en el mismo lugar que te hizo feliz antes (snif), pero sin tus amistades Te encuentras solo la mayoría del tiempo, paseando por tu casa, mirando tele y recordando aquellos tiempos en que tu hogar pasaba lleno y los carretes abundaban. El desfase evolutivo que sufres y tus deseos de ser Peter Pan forever se derrumban, cuando tus amigos, como todo el mundo, deciden madurar.
Lo peor de vivir solo y no estar a la altura de tu etapa evolutiva, gaia, además de sentirte presionado es la sensación de soledad.. Sientes esa necesidad imperiosa de comprarte una mascota, lo cual es a mi juicio, es el mecanismo de defensa más usado por todos. "No, amiga, no me siento SOLA, cómo se te ocurre, qué tiene que quiera comprarme un gatito".
No tener pololo y vivir sola, cuando todos tus amigos están in love, no es tan chistociwi. Ir a carretes donde todos están emparejados, no es entretenido #foreveralone. Comienzas a pensar por qué chucha no tienes una pierna peluda ahora que por fin vives sola. Miles de años soñaste en tener un lugar donde llevar a ver tele a tu pololo y tomar once (cof cof) tranquila, y ahora que lo posees, no tienes a nadie. Pero bueh, mi amiga, no pierde el tiempo, en estos sábados aburridos, en los cuales no tienes nada mejor que hacer, me cuenta de su tragicomedia y yo la comento en mi blog.
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